La Homeopatía es una ciencia basada en reconocer la capacidad innata del organismo para mantenerse en equilibrio, es decir, gracias a la fuerza vital que regula nuestras funciones y reacciona de manera automática ante las agresiones externas con el objetivo de devolver la salud. Esta capacidad de la fuerza vital la poseen todos los organismos vivos y representa la capacidad curativa de la propia naturaleza. Pero esta calidad es limitada. El medicamento homeopático interviene en este esfuerzo natural del organismo, estimulando las reacciones defensivas del sistema inmunitario y de regulación nerviosa. Actúa a favor del cuerpo, nunca en contra de los síntomas, ordenando y acelerando el proceso de curación del propio ser vivo. Este proceso de estimulación a favor del cuerpo se puede llevar a cabo mediante la técnica de administración del medicamento, basada en la ley de similitud.